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sábado, 9 de julio de 2005

Exposición LIANE KATSUKI. Segovia








ESCULTURA DE LIANE KATSUKI EN LA GALERÍA PAU D'ARARA, 
(15/07/2005).

Estas formas escultóricas de la artista Liane Katsuki poseen unas estructuras orgánicas, vegetales o animales. Se elevan, como menhires conmemorativos, con prestancia y gesto estilizado y simbólico. Muchas de ellas parecen estar hechas para conmemorar algo importante de carácter público y especial, para elevarse por encima de las miserias y contradicciones de las masas humanas.

Quizás sea este carácter gestual solemne el que hace que la obra de Katsuki se traduzca a monumentos públicos, que por lógica no aparecen como esculturas en esta muestra de Pau d'Arara, sino sus pequeños módulos originarios y base de la posterior monumentalidad. Precisamente en la sala vemos diversas fotografías de formas monumentales de Liane Katsuki en plazas y jardines públicos.

Otra forma ovoide. 

Estas formas de inspiración orgánica a veces parecen sujetar o contener otra forma ovoide que recuerda a fecundación, parto y continuidad.

En el haber de la obra de esta escultura, habrá que inscribir la profesionalidad, la pureza en las formas, y el trabajo bien presentado. En el debe… quizás la demasiada pureza (al trabajar los materiales), y la convencionalidad de algunas esculturas, que bordean el encargo comercial, de lo que se debe huir. Aunque bien es cierto que el mundo del encargo oficial gusta de las fórmulas hechas y repetidas. Estaría bien una Liane Katsuki más rebelde e imperfecta, conservando, eso sí, su profesionalidad. (Pau d'Arara, Galería de Artes Aplicadas).

Texto: Antonio Madrigal.

viernes, 3 de junio de 2005

Exposición CÉSAR DE LAS HERAS. Segovia









CERÁMICAS DE CÉSAR DE LAS HERAS, Segovia 1966.

Especializado en cerámica contemporánea, he recorrido el mundo estudiando modos de cocción de culturas antiguas, desarrollos escultóricos de la antigua Camboya, creación de los guerreros de terracota de Xian, cerámica precolombina… Creador de obras escultóricas de gran formato, de la cerámica Teselica. 

La historia artística de De las Heras se remonta a 1992 cuando monta su primer estudio en Zamarramala “para salir adelante” y gracias a la cerámica ‘tesélica’ alcanzó el prestigio internacional durante quince años. Reconoce De las Heras que “siempre hice escultura y poesía” pero “la transición hacia mi faceta actual fue hacer una serie de obras monumentales como la escultura de Nicomedes García en el Área Industrial de Valverde así como trofeos para premios”.

sábado, 7 de agosto de 2004

Exposición CARLOS COSTA. Sitges








PINTURAS, CARLOS COSTA (Segovia, 1966).

Como otros artistas, ha mirado el pasado largamente después de sentirlo, admirarlo y aprender su ciencia y ha descubierto que las imágenes del ayer, las imágenes de un ayer revisitado, llevaban debajo de su piel imágenes de un hoy de técnica mixta, con un ánimo cubista, muchas emociones abstractas, alguna veleidad barroca y resultados decididamente pictóricos.

Estos descubrimientos han sido el resultado de una labor de descubridor, de revelador, iniciada desde el escalón más elemental y sustantivo de la pintura, el de la constitución de la paleta, para lo que ha viajado por tierras de Segovia buscando en los areneros, los collados y los caminos los pigmentos terrenales en los que pudiera resplandecer la luz y se armonizaran las presencias simultáneas del pasado y el presente de las imágenes. Nombres como Camino de Orejana o Arenero de Alameda, lugares de donde obtuvo los pigmentos, apoyan silenciosa pero realmente y con toda su fuerza las evocaciones italianas y los silencios holandeses junto a la heterogeneidad matérica y la sensibilidad temporal, uniendo las dos vertientes de su pintura, ayer-hoy, en un mismo trazo artístico.

Jesús Mazariegos escribía: ¿Qué es lo que ha logrado Costa con sus propuestas? Su mirada al pasado desde el presente la limpia de otras referencias contemporáneas porque él abre los frutos artísticos, para desvelar las otras realidades que se esconden en los materiales, arpillera que subyace, materia terrosa que limita o invade, papel que ayuda a fragmentar, a cambiar de dirección las imágenes humanas de medio cuerpo, cabeza o rostros que se extienden sobre el soporte. Abre el fruto artístico para ofrecernos una peculiar visión de la modernidad, visión que el público ha entendido y apreciado... En estos días en los que se respira la sensación de que muchas cosas finalizan, Costa plantea la más radical de las reflexiones y la explica sobre el lienzo en distintos lenguajes. Es una reflexión sobre la gran historia de la pintura: no hay progreso, no es un camino de perfección, no sirve para contar historias, no tiene fin. Costa ha viajado alrededor de la pintura y el final se ha convertido en principio” .

Texto: Adolfo Castaño (ABC 27/05/2000).

viernes, 16 de abril de 2004

Exposición JAVIER AYUSO. Segovia














PINTURA S/PINTURA.

Javier Ayuso nace en Segovia en 1951. En 1970 inicia estudios de Ciencias Políticas y Derecho en Madrid, instalando tiempo después su residencia en Euskadi en el período de la llamada Transición. Allí es donde nace y se desarrolla su obra influenciada por la convulsa situación política. Realiza exposiciones de marcado compromiso social, participando en bienales y cosechando premios en el Internacional de Villa de Bilbao, Bienal de pintura de Donostia-San Sebastián o la muestra de artistas donostiarras en Wiesbaden (Alemania).

La pintura de Javier Ayuso no pretende ser complaciente en la búsqueda de valores puramente estilísticos y mercantilistas, ni permanecer indiferente a los cambios del mundo. Busca dar luz a una parte desconocida de nosotros mismos y descubrir una forma no verbal de comunicación.

Cuando Javier comenzó pintar en los años 70, el mundo era muy diferente al de hoy. Tras la caída de los muros que protegían la fantasía, se muestra la fragilidad de las ilusiones y las utopías. Las enfermedades en forma de “neumonías atípicas” (colza, síndrome del Golfo, neumonía asiática…), los fundamentalismos, terrorismos, guerras preventivas y masacres (daños colaterales) denotan que el progreso, por ese camino, no es de todo deseable. La paz y el amor cada vez más lejanos…La situación de guerras y entreguerras se convierte en cotidiana, en cierto modo similar al momento en que los expresionistas abstractos estadounidenses como respuesta a un estado espiritual desesperado, reaccionan contra la hegemonía del intelecto, permitiendo la expresión libre y subjetiva. Y, en opinión del autor, el avance tecnológico no parece ser garantía de progreso social y político. Parafraseando a Anthony Everitt “El racionalismo esperanzado de la sociedad moderna está desacreditado”.

De regreso a su tierra natal, hace ya diecisiete años, no ha podido permanecer como un simple observador, y tras un período alejado de la creación material, en esta exposición encontramos tanto el reconocimiento para aquellos amigos y artistas que ya no están, como la memoria dialéctica crítica con la que expresa su particular visión de los acontecimientos que le emocionan.En este proceso de escenificar la angustia acumulada, se genera una enorme ansiedad creativa que abre dimensiones que encuentran su espacio en el arte, dónde los seres humanos y la naturaleza de las cosas dejan de someterse al principio de la realidad establecida. Ese punto que se vuelve perceptible, visible y audible, cuando disfrutamos de la visión de una mirada originaria, mágica, exenta de condicionamientos. Ese momento en que lo ficticio y lo absurdo del arte se tornan como una nueva realidad.

En sus manchas de colores, sus composiciones y collages realizadas con una espontaneidad fascinante, a velocidad de vértigo y por un camino de obsesión, casi enfermiza, pintando sobre lo pintado, encontramos sus contradicciones, multiplicidad de perspectivas y su profunda coherencia. En ningún caso se le podría clasificar como un productor de arte regionalista, ni por descontado localista, muy por el contrario, espontáneamente abierto al mundo.

Velos de pigmento que empapan el fondo, color cálido que descansa sobre el frío, frío sobre cálido, oscuridad sobre luz y luz sobre oscuridad…y una vez más pinceladas de geometría irrefrenable. Aunque las composiciones de Javier pueden separarse, él encuentra medios para preservar la integridad del conjunto. No hay punto central de atención. Sus rectángulos llenan la obra y confirman su morfología. Contrastando las posibilidades arquitectónicas más formales con el gesto y movimiento más intuitivo. La pintura de Javier Ayuso no surge de un modelo a deformar, sino que, por el contrario, busca el nacimiento de la realidad. En él el acto de pintar tiene tanta importancia como el resultado.

Texto: Francisco Lara Mora.