El grabado es una tradición en
Ceará (estado del nordeste brasileño). Antes de la llegada de los
conquistadores ibéricos, en 1500, el indio cearense se manifestaba a través del
grabado sobre las piedras de los lugares donde habitaba. Con la llegada de la
tecnología de la prensa, para huir de la imposibilidad de obtener matrices de
cobre o zinc, el recurso fue el uso de los grabados en madera.
A partir de los años treinta del siglo XX, con
la implantación de gráficas en el interior del Estado de Ceará, en las regiones
denominadas “sertôes”, principalmente en las regiones del Crato y Juazeiro do
Norte, a través de ediciones de los folletos de “cordel”, la xilografía gana
popularidad. La falta de fotógrafos y la eterna dificultad de obtener matrices
de metal, fuerzan la reaparición de la xilografía para cubrir la demanda de
material ilustrativo para rótulos de bebidas, dulces, medicinas, propagandas y
portadas de folletos. Los artistas surgen de la capacidad de improvisación.
Son los propios poetas o “santeros” y
hacedores de “ex-votos” habituados con el corte de la madera, o aún, personas
ligadas a la gráfica, impresores, trabajadores o parientes de los propietarios.
Se puede decir que el grabado popular, en Ceará, es el resultado creativo de la
capacidad de enfrentamiento de la adversidad y de la pobreza. En los años
cuarenta, en el tiempo de la guerra, los artistas cearenses son atraídos, de
nuevo, por la fuerza expresiva de la xilografía en su carácter más artístico,
libre de los lazos de la industria editorial tipográfica.
En el final de la década de los ochenta, con
la implantación del Taller de Grabados y Papel Artesanal, en el Museo de Arte
de la Universidad Federal de Ceará MAUC, coordinada por Eduardo Eloy, la
técnica del grabado en madera gana una nueva energía. Surgieron otros talleres
y varios fueron los artistas que optaron por la xilografía. La muestra de “Grabadores
brasileños en pau d`arara” reúne algunos de los más expresivos artistas de la xilografía que hoy
actúan en Ceará: Sergio Lima,
Sebastião de Paula, Roberto Galvão, Nauer Espíndola, Francisco Bandeira,
Francisco Almeida, Abelardo Brandão y
Francisco Lara.
Son artistas de variadas
tendencias y generaciones, unos ligados a movimientos más racionalistas y otros
al mundo fantástico de la cultura base y otras vertientes del rico universo
popular. En todo es posible percibir la característica básica del grabado
cearense: un corte que explica el modo radical del claroscuro, del negro en el
blanco, utilizado como elemento expresivo de tensión. Es una estética peculiar
que trae en su seno la tradición de la artesanía del trabajo de la madera y
todas las raíces que componen el molde formador de la cultura cearense.
Texto: Roberto Galvão.